sábado, 25 de marzo de 2017

Los pueblos más bonitos en la nieve.

A comienzos del invierno, las ganas por llegar pronto a las pistas cada día y el cansancio de una jornada larga y extenuante convierten las vacaciones en la nieve en una actividad casi exclusivamente deportiva. Si acaso, alguna salida nocturna -y no hasta muy tarde- para ir a cenar, y luego a dormir para volver a madrugar. Pero ahora que la temporada está avanzada, que los días son más largos y la ansiedad por calzarse los esquís ha desaparecido es la ocasión para aprovechar las tardes y darse una vuelta por esos pueblos que durante los meses anteriores solo se han visto fugazmente desde la carretera o desde las pistas. Todos guardan maravillas naturales, arquitectónicas y, por supuesto, gastronómicas. Y están a un paso de las pistas. Los siete que a continuación se describen no son todos, por supuesto, pero sí son un buen ejemplo:

Arties (Lleida).

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Ezcaray (La Rioja).

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Cerler (Huesca).

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Monachil (Granada).

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Valdelinares (Teruel).

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Taüll (Lérida).

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Sallent de Gállego (Huesca).

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sábado, 18 de marzo de 2017

“Comprendí mejor el autismo de mi hijo gracias a Minecraft”.

Minecraft salvó a su hijo. Y su paternidad. Keith Stuart (Bletchley, 1971), editor de videojuegos de The Guardian, consiguió conectar con su hijo Zac, que padece autismo, gracias al videojuego Minecraft. Compartir ese LEGO virtual juntos amplió el espectro emocional y el vocabulario de Zac. Stuart ha plasmado esa experiencia vital en una novela, El niño que quería construir su mundo (Alianza Editorial, 2017). En ella queda claro cómo este autor defiende a los videojuegos como una herramienta de comunicación privilegiada y un arte seminal en el siglo XXI.

Pregunta. Una novela con un tema tan personal y doloroso como el suyo exige una serie de medidas de seguridad para poder reinterpretar estas experiencias íntimas como ficción. ¿Cuáles fueron las más importantes?

Respuesta. Creo que la forma de empezar el libro, con una gran crisis en que la mujer echa al padre de la historia de casa, ya marcó esa gran diferencia que necesitaba para separarlo de mi vida. Es divertido, porque recibí emails de amigos preguntándome: “¿Va todo bien con vosotros?”, porque la gente asume que si escribes sobre un matrimonio en crisis es que el tuyo tiene que ir mal. Además, aunque Alex tiene aspectos muy similares a mí, es muy diferente en otros, como por ejemplo en su cinismo inicial hacia la tecnología y los videojuegos (risas). Lo mismo pasa con el niño del libro, Sam. Hay aspectos de su autismo que si son similares a los de mi hijo, pero hay otros que no lo son. También es cierto que hay muchas escenas concretas que recrean momentos que pasamos nosotros, cómo Minecraft nos hizo comprender mejor a Zac. Pero el mero hecho de pasarlas por el filtro de la ficción fue un escudo suficiente para mí.

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El coloso hallado en El Cairo no es del faraón Ramsés II sino de Psamético I.

Los restos de un coloso descubierto hace un par de semanas en Matariya, un barrio popular de El Cairo, corresponden probablemente al faraón Psamético I, de la dinastía 26, que gobernó Egipto entre los años 664 y 610 a.C., según informó la noche del jueves Jaled Al Anani, el ministro de Antigüedades del país árabe. En un primer momento, las autoridades egipcias especularon con la posibilidad de que se tratara de una estatua del Ramsés II, uno de los faraones más poderosos y venerados del Antiguo Egipto, ya que los restos arqueológicos se hallaron cerca de su templo.

En caso de confirmarse que el coloso, de más de ocho metros de altura, es una representación del faraón Psamético I, esta sería la mayor estatua de la Baja Época del Antiguo Egipto encontrada hasta la fecha. La posibilidad de que el hallazgo arqueológico fuera de Ramsés II generó una gran expectación en Egipto, que está intentando a través de los descubrimientos arqueológicos de recuperar su sector turístico, golpeado duramente por la falta de estabilidad política de los últimos años. “Cuándo extrajeron la cabeza, empezamos a encontrar algunas características que eran de otros periodos”, declaró en una conferencia de prensa al-Anani.

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jueves, 9 de marzo de 2017

Un bosque urbano toma forma en un edificio de Taipéi.

La capital taiwanesa está viendo crecer estos días a un nuevo inquilino en su skyline, la torre Tao Zhu Yin Yuan, también conocida como Agora Garden. Un diseño rompedor en forma de doble hélice, la promesa de ayudar al medio ambiente y el atractivo de la sostenibilidad la han puesto en la diana de los medios. La estructura es un compendio de las teorías de Vincent Callebaut, un arquitecto que promueve el aspecto ecológico en su disciplina.
En septiembre, cuando terminen las obras, la torre contará con más de 23.000 árboles que se distribuirán en los amplios balcones posibilitados por la forma de doble hélice. “¡La flexibilidad espacial es sinónimo de sostenibilidad!”, afirma a este periódico el belga. Gracias a la vegetación que permite la estructura del edificio, este podrá absorber hasta 130 toneladas de emisiones de CO2 al año, según el arquitecto.
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jueves, 2 de marzo de 2017

El Estado pierde el mayor meteorito de España.

Hasta hace muy poco, los visitantes del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) de Madrid podían tocar algo parecido al centro de la Tierra. Se trataba de un trozo de metal, de medio metro de alto y más de 130 kilos de peso que había llegado desde el espacio. Su composición sugería que había pertenecido al núcleo de un planeta desintegrado. Los científicos veían en él un mensajero con información de más allá del Sistema Solar y una ventana a una región inalcanzable del globo terráqueo. Hoy, ha desaparecido del espacio público y nadie, salvo su propietaria, conoce con precisión su paradero.

Este peculiar objeto era un meteorito hallado en 1912 en la localidad granadina de Colomera. Cuenta Javier Guinea, investigador del MNCN, que los niños que les visitaban podían tocarlo y “comprobar cómo se pegaban a él los imanes”. Allí, se les explicaba a los chavales cómo saben los científicos que el núcleo de su mundo es de hierro aunque nunca nadie haya estado allí. “Era el meteorito más importante de la colección, por el tamaño y el peso. Es de una densidad brutal e irrompible y tenía una gran historia científica”, añade Aurelio Nieto, conservador de la colección de geología del MNCN.
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